¡Qué sería de mi sin el arte traducido en cuatro letras! ... c i n e
Si te gusta el cine igual que a mi, te recomiendo ampliamente la siguiente película que no sólo muestra el retrato inusual de una Marilyn Monroe dominada por sus propios monstruos, sino una mujer como cualquier otra, que apesar de ser considerada en esa época todo un sex symbol por su indiscutrible belleza y sensualidad, a diario afrontaba sus peores miedos e inseguridades al interrogarse sí el título de talentosa y gran actriz lo merecía.
Dirigida por Simon Curtis, el cual inicia su carrera en la industria cinemátográfica con ésta Ópera prima, es el encargado junto con Michelle Williams y Kenneth Branagh de transportarte en 99 minutos a la vida de una cantante y actriz que comparte una semana con Colin Clark, (Eddie Redmanye) un jóven estudiante de cinematografía el cual comienza su vida laboral en el rodaje de la película El príncipe y la corista.
La trama centrada en la química que se va originando durante la grabación del film entre Marilyn y Colin, va tomando forma al conocer más a fondo a ésta insegura y frágil mujer que lucha por ser auténtica y sobre todo libre. Libre en su actuación, en su personalidad y sobre todo en el amor...
Datos curiosos
♥ "Mi semana con Marilyn” se basa en un libro de memorias de Colin Clark, donde se relatan los problemas que tuvo Laurence Olivier con Marilyn Monroe durante el rodaje de la película “El príncipe y la corista” (1957).
♥ Al terminar de rodar con éxito “El príncipe y la corista”, la vida de Colin Clark da un giro de 180 grados, todo gracias a la madurez que le provocó su corta convivencia amorosa con la afamada actriz fallecida el 5 de agosto de 1962, víctima de una sobredosis de barbitúricos.
♥ Para darle realismo a la película, el realizador usó locaciones originales y pisadas por Marilyn Monroe y el equipo de producción de “El príncipe y la corista” en 1956, como el camerino de la actriz, una villa de Englefield Green donde la estadunidense y su esposo vivieron durante su estancia en Inglaterra, Parkside House, Saltwood Castle, lugar donde Clark vivió su adolescencia, así como el Colegio Eton donde estudió.
